INSPECCIÓN EDUCATIVA
Para nuestra quinta y última charla hemos contado con Bárbala Aguilar.
Bárbara ha trabajado 10 años como maestra, también como secretaria de un colegio, como coordinadora provincial y actualmente como inspectora de educación en la dirección territorial.
Su trayectoria por el mundo de la educación se ha caracterizado con una constante lucha porque cambie el sistema educativo que está totalmente desfasado. Esta lucha se inició porque no le gustaba lo que veía.
Cuando llegamos a un centro educativo, vemos que las cosas se hacen de una determinada manera con la que nosotros podemos o no estar de acuerdo e intentar o no cambiarla. Esta idea la ilustró con el siguiente video:
Esto mismo es lo que ocurre en la educación. En la actualidad, las cosas se hacen como se hacían antes, el nuevo se adecúa a la manera de trabajar del resto de compañeros ya sea por inexperiencia o por miedo.
Otra de las cosas que pueden pasar es la conformidad, tenemos que estar muy seguros de lo que hacemos y lo que queremos hacer. Si la gente sigue un camino (una metodología, una actitud) nosotros no tenemos porque, ya que podemos nadar a contracorriente y seguir un camino diferente de acuerdo a nuestras convicciones. Para comprender esta idea vimos el video del club de los poetas muertos “CAMINA A TU AIRE”. En él se ilustra la cuestión de la conformidad, la dificultad de mantener las propias convicciones frente a los demás.
La innovación supone un cambio, y el cambio supone una mejora. Si vamos a hacer lo mismo que antes pero con una inversión económica y unos medios nuevos, no sirve de nada. Eso no es innovación.
Para innovar necesitaremos nuevas metodologías, hacer las cosas de manera diferente.
No hay que perder la ilusión ni las ganas de hacer cosas nuevas ya que una persona no puede cambiar el mundo, pero cada uno de nosotros puede poner su granito de arena.
Bárbara cuando llegó al colegio tras aprobar la oposición, se dio cuenta que no sabía nada y lo que había visto no le gustaba. Cuando llevaba 5 años en el cole, le ofrecieron ser secretaria. Y aceptó porque así parecía que desde el equipo directivo se podrían cambiar las cosas.
Entonces para mejorar su formación, realizo numerosos másters de las tecnologías de la información y la comunicación.
Por casualidades de la vida se enteró en un congreso que iban a elegir 3 centros en nuestra comunidad para ser centro piloto de Lliurex. Ella realizó un proyecto que fuera lo suficientemente innovador para le ofrecieran ser uno de los centros seleccionados.
El proyecto se llamaba el cole que se atrevió a soñar...
Nos enseño la introducción de su proyecto que era como un cuento en el que contaba lo que quería, lo que pretendía, y lo que iba a hacer,… es decir, que pretendía cambiar la educación. Además, el proyecto detallaba todos los presupuestos de lo que iba a necesitar, y adjuntaba una carta de la alcaldesa que apoyaba el proyecto. Al final lo consiguió.
Ya contaba con las instalaciones necesarias pero para innovar se necesita una formación, porque si utilizas las TICs de igual forma que antes no consigues nada. A muchos de su compañeros les encantó el proyecto, pero otros no querían ni formarse.
Su colegio fue el primero de la comunidad valenciana en tener wifi, pizarras digitales, internet,… Se encontraron con muchos aparatos y no sabían muy bien en qué hacer con ellos. Contaban con 14 PDI, 50 ordenadores con LLiurex, 17 proyectores, 16 portátiles, el ayuntamiento les compro 6 PDI más pero los maestros estaban con un ataque de nervios.
Por ello, para que se formaran el centro les puso un profesor que les daba clases todas las semanas es decir, los maestros tenían una hora de formación virtual.
Lo más importante para un proyecto es tener un equipo que se atreva a soñar contigo.
Eran un colegio muy activo, hacían muchas cosas todas las semanas. Pero cuando no todos tienen las mismas ganas, no se pueden conseguir las cosas porque uno solo no puede tirar de todos.
Bárbara se sintió mal por esa situación pero como en el árbol rojo la conselleria le rescató, le ofrecieron una comisión de servicio hasta que llegó a inspectora.
Sin embargo, ahora de inspectora se encontró lo mismo que en el colgioe, que no le gustaba lo que había pero multiplicado por 30.
Entonces empezó un nuevo proyecto con los colegios que inspeccionaba en San Miguel de las Salinas, Pilar de la Horadada y Torrevieja: “Proyecto sapito”
La implicación de la gente fue muy buena. Ella prende que la gente aprenda a programar por competencias,… todos los maestros programando a la misma hora,…. Y sobre todo, para mejorar es imprescindible una evaluación, aunque te duela.
En conclusión, una persona no puede cambiar el mundo pero a pequeña escala puede cambiar su entorno. Por ello, lo más importante es tener ganas de hacer cosas nuevas que mejoren la educación. Así, para realizar este sueño común es necesario que nos juntemos con la gente con iniciativa porque la escuela necesita cambiar para afrontar los nuevos retos que nos presenta la sociedad actual.
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